Cuando el americanismo muto en resultadismo - América de México

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viernes, 18 de diciembre de 2009

Cuando el americanismo muto en resultadismo

Resulta dificil creer que un equipo que fue fundado para ser ganador, en base a cimientos claros de buen futbol, ofender y buscar la victoria sobre todas las cosas,  además de que fue conformado por jugadores que demostraron su amor por la camiseta pierda su escencia y pase a ser ubicado en nuestros tiempos por un equipo "pecho frio", conformado por billetera y sin sentimiento por los colores.

Chucho Ramírez, con su equipo técnico durante un entrenamiento en Coapa.



Así es el América, en donde los entrenamientos, el jugar cada domingo lo ven como un trabajo y no como una oportunidad ni la alegría por ponerse los tacos amarrarse las agujetas y vestirse para salir para jugar en el mítico Estadio Azteca.

Además de tener un entrenador hecho con teorías filosóficas de otros territorios, donde la juventud es fortaleza; mientras aquí en el Crema, los jóvenes y canteranos son una herramienta más, que se junta con la afición, la directiva, los jugadores extranjeros de buen nivel, los jugadores mexicanos con talento para jugar en la Selección.

Es dificil que con tanto contraste, el equipo pueda lograr objetivos, pero sobre todo volver a ser ese América multicampeón, el campeón Interamericano, el temible animal en las liguillas. Hoy sigue la marea igual, con el América convertido en una lancha dentro de un inmerso mar, sin rumbo ni plan para llegar a tierra firme, con algunas reservas que le permiten sobrellevarse con el ritmo del fútbol mexicano, los objetivos de salvar el desenso, de calificar a la liguilla, de ser la defensa menos goleada, fueron firmados por el capitán Chucho Ramírez, mientras en la silla del poder, descansa Bauer, contando sus billetes, Ordiales y De Luisa comparten migajas y migajas de cada transacción que han logrado a través de los años. 

Mientras el plantel viaja en el navio, sin ilusión, ni muchas esperanzas, Guillermo Ochoa, Salvador Cabañas y Pavel Pardo motivan al equipo, pero aunque los canteranos, los extranjeros y todos se maravillan con pertenecer a un espejismo de equipo, la planificación de los patrones demole toda esperanza de victorias.

Ahí entre los pensamientos del plantel podemos encontrar algunos muy alentadores.
Pavel piensa en un futuro dirigir el vuelo del Águila y también sueña con el anhelado título continental; Cabañas anhela por fin un ganar título; Ochoa tiene en la mente jugar en el Mundial de Sudáfrica 2010; el Kevin Rojas es de los pocos que sueña con recobrar un poco de la escencia Ochentera, forjado en base a goles y jugadas de la cantera; pero Chucho sólo piensa en salvar su trabajo, con o sin espectaculo, busca de nuevo cumplir los objetivos que tenía planteados en la hoja de su contrato, basandose bajo el principio de "el resultado" justifica los medios..

Mientras que el plantel sumerge la vieja mística azul y amarilla, los jugadores se acostumbran a obtener cierta cantidad de puntos y a meter al equipo sin mucho buen futbol a la liguilla. Haciendo de este concepto la nueva filosofía americanista.

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